De chica me rompí tantas veces para tratar de amoldearme o "agradar", que de todas esas veces nunca negocie el perder la empatía o la compasión, llevando como lema la frase "cada persona está luchando una batalla de la que no sabes nada. se amable, siempre", siempre tratando de cuidar o ser suave con mis palabras, de no afectar al otro.
Cuando charlando con la psicóloga, luego de haberme roto la rodilla, me invadió la angustia al decirle que tenía miedo de haber pasado por eso (romperme física y emocionalmente) y aún así no aprender nuevamente la lección, en el fondo sabía que la angustia era porque esa lección era aprender a ser más egoísta. Y si bien la empatía no es algo que se pierde siento que perdí la compasión, hoy soy más "no me conmueve, a la fila furia" jaja
Aprendí junto con la psicóloga que si algo me duele o me incomoda a mi no voy a tratar de amoldarme o ser suave con el otro para no incomodar al resto. Todos tenemos batallas internas que trabajamos día a día y que no proyectamos en el otro.
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