"Relaciones líquidas": Vínculos demasiado frágiles que creamos con las personas que nos relacionamos, nacen del miedo a aferrarnos y que ese vínculo termine por lastimarnos.
Y así vamos por la vida entablando relaciones banales, dando besos a cuentagotas.
Intentando no sonreír más de la cuenta. No vaya a ser que con el próximo chiste me enamore.
Esquivando cada abrazo de más o retirando mi mano como un reflejo cada vez que intentas tomarla para entrelazar tus dedos con los míos.
Mostrandome por fuera fría, mientras por dentro me recorría un fuego que sentía que en cualquier momento iba empezar a arder.
Y de un día para el otro te alejas, porque ya no sabes cómo continuar, las dudas y tu autoestima te empiezan a jugar en contra, y antes de confundirte más preferís escapar.
Cómo le escapas a todo.
Ese es el problema de los tibios. No sé cómo mantenerme en el medio. O me dejaba consumir y terminaba por quemarme o me volvía fría pudiendo mi actitud volverse hiriente.
Cualquiera de las dos formas, ambas partes terminarían por resultar heridas.
Por eso salte antes de tiempo, sin dar explicaciones, sin mirar atrás. Deseando que lo poco que nos unía se desvanezca.
Como el vaso con agua que se te olvida en la mesa de luz y cuando te acordás no queda más que la marca del líquido que alguna vez estuvo ahí.
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