Y acá estamos, de nuevo en el mismo punto... esforzándome por avanzar y no mirar a los costados para ver cómo todo se desmorona. Otra vez que no funciona.
Empezar de nuevo, con todos los miedos que eso implica y aceptando todos los riesgos, renovar las esperanzas y creer con toda el alma que esta vez sí va a funcionar, esta vez va a ser distinto y los astros se van a alinear a mi favor, porque me animé, me salí de la línea y me lance a la pileta que no sabía si estaba llena o vacía, pero confiando, siempre confiando que el agua de alguna forma iba a aparecer. Pero no, las cosas nunca salen como las planeamos ni mucho menos como las soñamos.
La realidad te da bofetadas y te hace aprender a la fuerza.
Y acá me encuentro de nuevo, esforzándome por no caer, ni que todo se vuelva negro otra vez. Enfocarme en una cosa a la vez, tengo sólo una meta y no la quiero perder de vista, pero se empieza a complicar cuando alrededor todo te sigue tirando para abajo.
A veces no se sabe de dónde más sacar fuerzas, pero se sigue igual, siempre para adelante, y te amas a pesar de todas las cosas, y te cuidas, te sacas adelante a vos misma, porque sabes que nadie más lo va a hacer por vos.
Entre toda la mala suerte y las negativas, soy consciente y afortunada de tener la familia que me tocó, que están siempre de paracaídas, siempre presentes y siempre empujando para adelante, con las palabras justas.
"No hay nada que no tenga solución"
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